¿Y qué ha cambiado?

En el fondo yo sé que todos se preguntan “Y por qué este ya no viene a chillonear que su vida es un fracaso, que todo es tristeza y dolor”. Bueno la verdad es que nada ha cambiado, al menos en el mundo externo, todo sigue siendo exactamente como siempre ha sido (y como no debería). Sigo sintiéndome solo, sigo teniendo mi dependencia a lo confiable, todavía me quejo de las mismas cosas (Y hasta el PRI volvió a ganar!)  y hasta tengo el mismo sueño de toda la vida.

Tratando de encontrar las diferencias (como la parte de atrás del cereal) en mi mente, uno se llega a dar cuenta de lo poco que ha evolucionado. Para empezar descubrí por qué me gusta más estar aquí que en el DF, resulta que todos esos pequeños detalles que me disgustan de toda la vida tengo que enfrentarlos allá, mientras que en estos barrios puedo librarme de esas “actividades” que tanto me molestan. Por otro lado me di cuenta de mi problema con la gente no es realmente un grave problema… Soy un libro abierto pero no soy un gran lector (Todos entendimos la metáfora y no se diga más), generalmente leo por curiosidad, por recomendación o porque de plano me ha parecido interesante… Pero rara vez leo por leer y es que casi no me gusta leer!

Me he aburrido como no tienen idea ¿y saben por qué? Porque estás etapas de exilio y poco quehacer ya las había vivido antes, o sea que se es una doble monotonía. Imagínenlo, no hago nada, pero no hacer nada era algo que ya hacía… Por lo que es aun peor. Pero ya sé, todos me dicen lo mismo “Es tu culpa”, y yo les digo “Si si si…”, y es que si son tan chidos ellos para resolver las vidas de las personas, ¿por qué no apoyar la noble causa? A ver que me ayuden a superar mis problemas, pero no. Nadie se atreve porque todos saben que no tienen la suficiente paciencia para vencer a un testarudo con más paciencia que nada.

Admito que quiero rendirme en el único plan que tengo en mi vida, porque sinceramente estoy cansado de esperar y que no pase nada. De actuar y que no sirva de nada. Todo es un maldito ciclo vicioso que remonta a los años de mi vida medieval, cuando aún creía en la magia. Pero llego el método científico a cambiar las cosas, ahora observo, experimento y concluyo que todo ha sido en vano. Pero a pesar de todo sigo siendo creyente, pues el ocultismo es algo maravilloso.

A final de cuentas me he dado cuenta de que yo sigo siendo la misma persona, todavía conservo mi buen humor, mis vagos pero humildes modales, todavía soy una persona bien aburrida pero de las que de veras te aburres si te cuentan su día, todavía soy un bebé de los sentimientos aún trato de comprenderlos aunque la gente diga que sólo haya que sentirlos, pero que chiste (Yo no sé por qué no estudié filosofía). Lo importante aquí es mi esencia todavía soy misántropo y a mucha honra, pero cada vez me quejo de cosas diferentes, cada día habrá algo más que sea incomodo, que no tenga sentido o que simplemente pueda ser mejor.

Pero a ver, cuántos de ustedes llegan a un punto de sus vidas en los que se dan cuenta cuantas etapas han brincado, cuántas veces te has preguntado ¿Y qué ha cambiado?