Es otra de esas cosas que todas las personas sabemos pero no entendemos. Ya saben como las cosas que nos hacen daño pero todos modos ahí estamos. Todos somos zombies que van por ahí con sus rutinas diarias llenando sus retorcidas mentes de molestias e incomodidades, que claro tienen que existir pero no por ello tenemos que cargarlas con nosotros y hasta que nos estén gorreando los pensamientos, ocupando espacio en nuestras mentes… Y bueno, demás sucesos extraoficiales que se tienen en los días cotidianos.
Cuando las máquinas trabajan tanto y sin descanso explotan (en mi imaginación así ocurre), del mismo modo las personas no deberían hacerlo, bueno a menos que sea realmente necesario y en realidad esos casos son muy extremos, pero no hablemos de eso ahora. Llega un momento en la vida de todo ser trabajador que se harta de hacer lo mismo todos los días, de comer lo mismo todos los días, de pensar en lo mismo inclusive (que realmente pensar en algo más trascendental es complicado). Es cuando hay que saltar…
Como sé que lo más probable es que no me haya dado entender, describiré mi metáfora. Al ser nosotros personas con muchas locas ideas en la cabeza no siempre tenemos tiempo de pensar en lo que nos gusta o de hacer lo que nos gustaría. Es muy difícil ver hay más allá cuando se tienen los sentidos ocupados preocupándose por lo que les rodea y les depara el futuro. Pero cuando ya no queremos saber más (que tarde o temprano ese sueño se acaba pues aunque huyamos de lo que no nos gusta lo tenemos que enfrentar) hay que saltar… (Si ya sé, hasta ahora no he dicho nada) Que significa hacer algo, algo al respecto claro, para remediar la situación, renovarnos e innovarnos.
Dependiendo que tanto nos dediquemos a esto, simbolizará que tan alto hemos saltado. Siempre habrá cosas más altas que alcanzar que otras, por eso a la gente a veces le da flojera saltar, todos tenemos a nuestro pesimista interior o a veces exterior (como yo). Pero si nunca te das ese lujo de alejar tus penas, tus preocupaciones es probable que hasta te pesen los pies. Que caminar ya no sea lo mismo, porque sentirás que algo falta o mucho sobra, en otras palabras que tu vida se hará mas complicada y más aborrecida, y explotarás (es como el fin último de todas las cosas).
Sólo hay que recordar que hay de saltos a saltos, no será lo mismo brincar en paracaídas, dar un salto al agua sin saber nada, que dar un simple salto dentro de tu casa donde lo más que te puede pasar es que te golpees la cabeza por tener un techo bajo o resbalarte al caer. Pero sólo hay que dar un salto para ver la diferencia y sí, todo este párrafo eran metáforas…
Me gustó la entrada de los saltos. No te la había comentado porque no recuerdo como entrar a mi cuenta, pero me agradó el uso que le diste como metáfora. Es muy cierto.
ResponderBorrarHugozz