Mirando hacia la nada

Me encuentro observando un horizonte imaginario, lleno de vegetación y tranquilidad... Como todas las personas yo también apunto mi mirada hacia lo que espero... Un buen ejemplo el transporte público, miramos y esperamos a que llegue el camión (y ahora para mi, también el metro)... Aun cuando sabemos que de todos modos pasará, y que el hecho de que estemos mirando hacia esa dirección no va a acelerar las cosas... Es la costumbre, sacia nuestra desesperación... El hecho de que aparezca nos llena de alivio.

Pues así yo he comenzado a imaginar mi propio paisaje de donde espero que me llegue algo, inspiración, alegría o simplemente algo que hacer... Pero como ya se ha dicho, lo único que hago es mirar hacia "allá", pensando que algo se materializará de la nada (y bueno quizás en mi universo mental pueda ocurrir, pero no en la vida real)... Con tantas barreras emocionales y existenciales es difícil siquiera asomarse.

Y lo he pensado, quizás no se trate de un camión con una ruta ya establecida; que la única forma de que no lo tomes es que no lo veas (una buena distracción) o que no lo quieras tomar (un buen motivo)... Tal vez en realidad sea un taxi... y la mecánica de los taxis es diferente. Para tomar uno, hay que ser más vivos y estar más atentos... Porque nunca sabes de donde vendrá (en mi metáfora son calles muy bizarras así que no me interesa si en la vida real es un sólo hay una dirección), y tampoco sabes si estará ocupado. Sólo se trata de buscarlo, intentarlo y dependiendo el resultado... aprovecharlo (si estaba vacío y estaba de buenas)... o seguir buscando! (cuando no estaba vacío o no estaba de buenas el taxista).


Es por eso que en muchas ocasiones nos arriesgamos a hacer cosas alocadas, nos apresuramos cuando vemos que las oportunidades pasarán y aún no estamos ahí para recibirlas... A veces incluso tenemos que pelear por nuestro lugar sabiendo que la comodidad es para los débiles o para los afortunados, que no siempre es así... Y con varias rutas, hay que saber elegir sabiamente... Pues no sabemos que pueda haber en los caminos que se transita y de la misma manera, el factor del conductor... Sea alocado o sea aburrido. 


Sí, hasta con el transporte público armo alegorías.... Pero volviendo al tema, todos miramos con ansias a que algo llegue, todos tenemos una meta y esperamos que algún evento se desarrolle. Mentalmente esperamos a que ese viaje aparezca para nosotros, es más calculamos los tiempos, las posibilidades.... Lo pensamos tanto que el hecho de que no suceda, nos deja caminando bajo la lluvia... O mejor aún, luchando por un "taxi" metafórico.