Dejar ir...

La gente normal que pasa por malos ratos sólo espera un momento y después continúa su camino...
Esa misma gente  sabe cuando rendirse, que no siempre se puede ganar y lo toma con una gran tranquilidad...


Creo que yo estoy del otro lado, las personas que no sabemos cuando es tiempo de dejar ir... Tanto nuestras cosas, ideas, expectativas... No me gusta rendirme, porque siempre he pensado que hay una solución para todo... Aunque no la haya. Esa debe ser la razón de que no quiero dejar atrás todos los buenos recuerdos que tengo, siempre siento que deben estar ahí... Pero ya no lo están... Son nuevos tiempos.


Mi problema empieza por mi personalidad, una gran curiosidad y necesidad de saber que hay más allá. Después está mi pasado, el cual esta lleno de malos ratos, de mis fracasos y malas decisiones. Así que la gente que valora sus buenos momentos, no sabe lo que para mi es valorar un buen momento... Y por tanto no quererlo dejar atrás.


A simple vista, no me gustan los cambios... Y con razón porque he vivido de las decepciones, y cada uno de estos es una nueva oportunidad de estar decepcionado otra vez... Siempre trato de mejorar, pero no puedo dejar pasar las cosas así como así... Quizás si me aferro mucho a las cosas, a las personas... Pero hay una razón psicológica para ello, tengo un largo y viejo camino de oscuridad... Creer en la luz es algo más complicado de lo que creen.