El llanto de un bebé

La primera forma de comunicarnos es llorando: Cuando somos pequeños e inocentes tenemos la necesidad de alimentarnos, de asearnos, de descansar.... Todo eso que es básico... Nos lo proporciona alguien, y para que esa persona aparezca lloramos... Y entonces ahí estarán, atendiendo nuestro llamado.


En la etapa de la infancia, continua esta rutina. Lloramos cuando nos sentimos lastimados, ofendidos o desatendidos. Se busca que se le calme, realmente no importa si el dolor se va en diez segundos, ese llamado tiene que ser atendido tan sólo para sentir una tranquilidad, llenos de inocencia... Sin pensar más allá "diversión"y "pausa" (cuando están en sus crisis emocionales de enojo temporal, así son los niños... segundos después jugando como si nada hubiese sucedido). 


Cuando crecemos es otra historia, tenemos nuevas necesidades, nuestras mentes se llenan de cosas buenas, malas, coherentes, incoherentes... La naturaleza llama y la sociedad juzga. A veces la gente se olvida de llorar, o es que jamás le encontró su utilidad pues de pequeños jamás fueron atendidos. Pero cuando se llora, se esta buscando el mismo objetivo que cuando uno es joven, se está llamando a alguien... Un alguien ideal (supongo yo), que nos escuche, que nos atienda, que nos de esa tranquilidad de nuevo para seguir jugando... Es muy probable que encontremos la paz, con nosotros mismos... Cuando ese niño interno aún esté ahí llorando y lamentándose por algo, nuestro maduro yo estará ahí para consolarlo...
Porque hay que seguir jugando.


Dando un salto del punto de vista socio-psicológico, realmente un gran salto, pasamos al lado biológico:
Como muchos deben saber el llorar libera hormonas y también detiene la producción de algunas, como no soy un experto en el tema ni mucho menos voy a tener idea de lo que estoy hablando, sólo les mencionaré el efecto que ocurre... Es una sensación de desahogo y tranquilidad (algo como lo que les mencioné), por lo que siempre es necesario de vez en cuando. Por lo general ocurre cuando tenemos una emoción muy fuerte, iniciando por la angustia y la tristeza e inclusive la alegría y sorpresa.


Y ahora un poco de historia. Cuando yo era joven y pequeño tenía un gran problema de llorar mucho, mi teoría atendiendo a lo ya escrito, era una gran necesidad de un "alguien", pasando de etapa en etapa, llegue a una edad que oscilaba mas o menos en la secundaria. En ese punto de la historia me dije "No más" y comencé a dejarlo, y en vez de eso me molestaba... Convertía todo a una ira que con nuevos eventos, cayó y dejó de ser completamente necesaria. Llegando un nuevo cambio, surgió la necesidad de un "alguien" nuevamente, regresando al punto de donde se partió, pero claro... Ahora ese mismo alguien tenía que ser yo mismo, y sin más remedio... La tranquilidad ahí estaba, sin respuestas, sin dudas, sólo estaba ahí.