Todos intoleramos

Generalmente escribo sobre cosas que me pasan en un día atrás o situaciones ya viejas que llegan a mis pensamientos. Pero es todavía más interesante hacer una entrada acerca de algo más improvisado. El tema en particular del momento era "Intolerancia a la lactosa", pero iremos más allá.

Empecemos por el primer requisito, cumplir el tema. Veran es algo extraño pero que llega a suceder de una generación a otra. Resulta que los intestinos delgados no producen suficiente lactosa, es una enzima y bla bla. Se dio porque algunas personas de europa dejaron de tomar leche y entonces sus bebes nacieron con poca lactosa...

Pero esto no ocurre únicamente con la leche. Tenemos muchas cosas que no nos gustan, que no aceptamos y que nuestro "organismo" no "digiere". Pues son puros paradigmas (recordaran a los changuitos), son minitraumas que se van propagando a lo largo de todo nuestra vida y nuestro entorno. Generalmente son cosas que nos ocurren de pequeños, la mayoría son reformadas a lo largo de nuestra vida, otras más simplemente no se superan nunca por las circunstancias que se dan. Quizás nos sigue ocurriendo igual y es porque no sabemos dónde está el problema... Lo más probable es que ese tipo de casos o son de los que no mencionamos a nadie o es que somos personas muy necias.

Claro que la única solución que ven es dejar de consumir lacteos, pero ¿es realmente lo que queremos?, ¿somos unos intestinos felices o seremos de los que no digieren todo? La verdad siento que entraremos a un pequeño debate existencial. Un lado se inclinará a decir que si no lo digerimos porque nos hace mal, lo mejor es alejarnos... Sin embargo, todos necesitamos leche por sus nutrientes. Por otor lado podemos dejar a un lado el lado cientifico y pensar "Todos podemos superar nuestros traumas" pero en realidad no creemos que eso sea posible... Las circunstancias y la vida de la persona no lo permite.

Continuando leyendo hay cosas con lacteos más digeribles, que podemos consumir, para no quedarnos cortos de nutrientes escenciales ni con la curiosidad de probar lacteos.

¿A quién no le gusta el queso?