No me puedo engañar más tiempo, esa es la cruda realidad y lo he tratado de evitar para que no me duela tanto el hecho de que esté ahí.Desde que comenzó esta aventura he aprendido muchísimas cosas, la mayoría son de esas que sólo aprendes por las malas. La necesidad es increíble como se los he dicho, biológicamente es lo que nos hace evolucionar, es lo que hace que se de el cambio.
Todas estas experiencias de hambre y frío, mental y emocional (porque físicamente no es un problema... por ahora)... Las relacionaré con dos metáforas que en realidad son medio cotidianas. Primero recordemos ese evento en el que aunque te cortes un dedo, si no te das cuenta no te duele y una vez que comienza a chorrear sangre y descubres que la cortada está allí entonces es cuando el cerebro inicia el proceso de sentir dolor. Por otro lado está la situación donde algún objeto que se infle tiene alguna abertura, entonces por más que le estés alimentando de aire, la fuga seguirá produciendo una perdida... Total que al final no se llena y si le quitas ese aire el interior seguirá expulsando lo que ya tenía. Mezclándolas podemos notar lo que yo siento en este momento:
Abrí los ojos, por lo que ahora tengo un panorama mucho más amplio de todo lo que me acontece, entendí lo que faltaba por entender e inclusive renació mi lado instintivo de supervivencia. Sin embargo este proceso fue doloroso, porque yo lamentablemente soy de esas personas que tienen que aprender por las malas para poder asimilar las cosas, el famoso "prueba y error" (cosa que estoy intentado cambiar, pues aunque los errores sean "lecciones" en esta vida podemos prevenir muchas cosas). Al darme cuenta de este vacío existencial que me rondaba (y que me ronda de hecho) también me di cuenta que no sé que es lo que lo llena. A lo largo de mi vida había tenido un suplemento alimenticio y placebo llamado Comodidad... Pero ahora que se que es un placebo, ya no me llena... Me tranquiliza y me relaja, pero ya no me llena. Ahora cada vez que pienso al respecto, viene a mi la idea de que algo falta y esa duda, esa maldita duda es la que me vuelve loco.
Ya no sé que es lo que me hace falta, ya no puedo sellar ese escape de alegría... Por más que me sienta bien y pase buenos ratos, esa sensación de vacío reaparece en mis momentos de soledad y divagación. ¿Madurez? La verdad tengo mis dudas de lo que sea, pero de por sí tengo que admitir también que mi persona es algo curiosa y extravagante. Siempre he tratado de ir más allá, de preguntarme qué hay del otro lado del muro aun cuando la gente diga "es sólo un muro, no hay nada del otro lado... Es el límite"... Pero curiosamente ese tipo de personas ni siquiera se conoce a si mismas, así que no se puede confiar en alguien así.
Ahora que termino ya no se si sea tristeza, tal vez lo triste del asunto es que no sepa como resolverlo... La frustración es mi perdición, la soledad es el castigo de los locos... Alguien que no puede compartir su realidad, que no sabe como decirle al mundo que lo está viendo todo al revés. Y cuando todo falla, lo único que me mantiene es el puro orgullo que me hace decir "No voy a caer, por el simple y sencillo hecho de que soy yo".
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