Después de un buen rato de no haber escrito nada feliz..... Seguiré sin escribir cosas felices.
El problema nunca estuvo afuera, siempre estuvo dentro de mí... Son de esas cosas que debieron decirme desde el principio, y que si no les creí, era responsabilidad de ustedes convencerme... A veces me sobra algo de necedad. Por uno u otro motivo resulta que yo tengo la culpa. Lo malo es que no sé como resolverlo, eso es lo peor de todo... Ese conflicto interno de querer resolver todo tipo de cuestiones y que ahora esté estancado conmigo mismo.
Saben que es lo peor que pudo haberme ocurrido, me he convertido en la frustración andante... Soy la máquina que todo lo puede y a la mera hora falla...La probabilidad está en mi contra.... Jamás debí creerle a Murphy... Si algo me puede salir mal, me sale mal... Eso es lo que soy. Y ni siquiera sé porqué, es lo más triste de todo tener toda la capacidad para enfrentarse al mas grande monstruo y dejar la espada olvidada. Yo no sé si mi frustración empezó cuando me autocoloqué el título de la desgracia, pero para mi mala suerte ahora que ya no lo quiero no se despega!
Hoy como muchos otros días que camino por las calles veo a toda la gente en su mundo, y esto sucede por una única razón... Que mi mundo se vuelve pequeño... Tan pequeño que se alcanzar a ver todos los demás mundos... Llenos de... pues cosas de la gente, yo qué sé. Me siento como un frágil e indefenso cordero... Mi convicción de que todavía puedo recae... en que si Sheep pudo sobrevivir en la Gran Ciudad... Yo también puedo.
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