Si es cierto la vergüenza nos puede poner mal.... Caemos en una etapa de "no quiero que nadie me vea" pero, que tal si en vez de apenarse... Mejor se enfrenta.
Tragarse la culpa es una cosa, tal vez nos caiga mal al rato. Pero la vergüenza es un tanto más complicada.... Pues mientras tratas de darle sorbos, puedes sentir como la adrenalina de "estás en ridículo" comienza a sacar el mecanismo defensivo que todos llevamos dentro. Aquel que hace que cualquier ofensa o intento de acusación hacia nuestra persona... sea redirigido o anulado... solo que no se da el contraataque porque uno se siente en peligro...
Y al cabo de un rato se pasa y se continúa tranquilamente como si nada hubiese pasado. En realidad a veces cuesta mucho, porque se siente un miedo enorme el quedar mal.... la pena es grande... Es como un minipánico escénico que hace que el tiempo vaya mas lento y estemos a alerta.... Vigilando los movimientos de los demás... esperando a que se pase "el momento"....
Pero claro... Nunca es facil.... Pues es una de las bebidas más desagradables de saborear...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario