Sé muy bien, en el fondo de mi ser que todas las personas son raras menos yo. A veces no entiendo sus críticas, todos tienen sus rasgos que los caracterizan, cosas que no les agradan, personalidades únicas... Y pues yo tengo un montón de cosas... Una de las cuales es tan mágica y poco trascendental: No me gustan los dulces. Y entonces comienzan a llover comentarios al respecto:
Que mi vida está amargada por ello, que no tuve infancia, que al menos así no tengo caries, que no tuve premios en mi vida infantil, que mi vida no tiene sentido (un momento, eso lo dije yo). Y más importante aún, que nada me gusta.
Ahí es cuando me dan ganas de levantar la mano y decirles "cómo te atreves". Y es que uno habla con gentileza, elegancia e inocencia y termina envuelto en una discusión deductiva de ir de lo general a lo particular. Pero respaldándome en una falsa premisa: Siempre hay una excepción para cualquier regla. Debo decir que no estoy de acuerdo en que exageren con un todo. Es decir, no porque diga que no me gusta algo tan general terminen creyendo que mi organismo no procesa glucosa.
Podría enumerar al menos 20 productos dulces que podría comer sin ningún problema. Pero siendo que hay 1000 más que no comería prefiero resumir la situación en una frase. Ahora bien, que si por la jerarquía que ocupa el cacao uno debe abstenerse de semejantes comentarios... Entonces yo soy culpable.
La gente suele exaltarse cuando les digo que el chocolate es uno de esos productos que considero comestible... Y no es por magia, ni por obra divina, ni por las influencias de las personas... Las personas no tienen voz ni voto sobre mi persona, si quieren vivir en fantasía y pensando como hace 10 siglos... Volvamos a lo importante...
La lección del día por supuesto es que las personas no van a entender tan fácilmente, así que tienes dos opciones: sucumbir ante la pedante necesidad de las personas a que todo sea como ellos dicen que es, o demostrarles que no todo en esta vida tiene sentido o al menos una fácil explicación al respecto (que tal vez si la tiene, pero no tenemos ganas de gastar nuestro tiempo en explicarlo).
Típico que una persona te ofrece comida y se la rechazas cortésmente para que seguido te pregunte si no es de tu agrado. ¿Por qué lo hacen? ¿En verdad tienen la duda o sólo les gusta exagerar? Si les dijera que me da asco que lo hayan tocado, ¿eso les gustaría? O que dijera al menos 3 enfermedades estomacales y las describiera con todo lujo de detalle, a ver si así siguen comiendo. O prefieren que desarrolle una tesis sobre mis complejos psicológicos para citar todos mis traumas y trastornos que me persiguen todos los días.
La gente siempre será la gente... Y si formas parte de ella o no, es tu decisión. Si dejas que te controlen, ya no eres tú.
jajaja. tu vida no tiene sentido XD
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