Arruinaste mi vida

Cómo puedes dormir por las noches sabiendo lo que me hiciste?
Tu crueldad no radica en todos los males que hiciste al mundo o específicamente a mí. Tu más grande perversidad es que estabas consciente de lo poco que yo tenía, mis creencias, mi pobre espíritu... Y no te importó.


Simplemente pensaste que era la gran oportunidad de salir de tu oscuridad, tendrías una mano que te ayudaría a salir pero mejor que eso no? Jalaste la mano que quiso sacarte y lo introdujiste a la profundidad, buscando que esa oscuridad fuese más habitable. Eso no era la solución, pues ahora compartiste todos tus malditos problemas que no necesitaba cargar.


En cuanto a mí, bueno escupí sobre mis creencias, rompí miles de reglas, perdí las oportunidades más importantes de mi vida, retrocedí, exploté mis capacidades... Reinvente el mundo, pinté todas las habitaciones de tu inconsciente... Todo para ser llamado un estafador, un cobarde... Un malhecho, pero todo eso yo ya lo sabía y me dolió. Espero que eso haya sido si lo hayas disfrutado... 


Mi mundo cayó, mis expectativas de vida bajaron, mis metas se hicieron más lejanas e inalcanzables... Me perdí, dejé lo que yo tenía para mi... Y sí todos mis preocupaciones se hicieron realidad.


Todo eso y más te lo agradezco. Cuando caí a ese agujero, aprendí a levantarme ocasión en ocasión. Me hiciste notar lo absurdo y torpe que soy, que no debo confiar en cualquiera (eso no lo olvidaré jamás)... Que quizás yo me pongo límites, pero hay peores que yo.


Lo importante me lo quedo yo, todo lo demás (incluyendo tus cosas) que se queden para los ignorantes de la realidad. Arruinaste mi vida, me detuviste en vez de ayudarme a avanzar... Sabías lo que tenías que hacer pero pusiste primeros tus ideales a los míos.


Pero ahora, yo me divierto más.