En primer lugar debo decir que ha sido una gran decepción que no haya ocurrido nada. Desde hace como 6 años que me enteré que el mundo se acabaría y viví con la esperanza de que algo grande pasaría (aunque en el fondo sabía que no ocurriría nada). La vida tiene que continuar!
Y ese es precisamente el problema. Ya estando tan cerca del borde y saber que ya hay que volar cuando todavía ni siquiera puedo ver mis alas ni con espejo... Eso de tener mucha confianza en si mismo y arrojarse al precipicio no me da mucha confianza. Así es como funciona esto.
Me acuerdo de aquellos tiempos mozos cuando apenas nos enterábamos del fin del mundo el 21 de diciembre del 2012 para ese entonces tendría ya 22 años por un día!... En aquel entonces yo tenía apenas 16 años cuando más... Qué rápido se pasa el tiempo maldita sea! Cada vez acelera y acelera y yo sólo veo que me hago viejo...
Es un efecto que espero no ser el único que lo viva porque eso me haría sentir mal... Pero visualicemos un niño pequeño, con mucha creatividad y mucha energía, con ganas de conquistar el mundo. En aquellos tiempos seguramente nos visualizamos a futuro con muchos logros y con mucho éxito, siempre teniendo grandes expectativas de lo que será nuestro futuro. Y bueno cada vez que vas creciendo y teniendo choques con la realidad, tus expectativas bajan... y bajan. Un día te das cuenta que has llegado muy lejos pero no has logrado nada de lo que querías lograr para ese entonces... Y tus expectativas a futuro disminuyen aún más que mi autoestima (y eso es mucho).
Eso de crecer no me está sentando nada bien, yo sigo jugando y sigo creyendo que las cosas van a mejorar algún día. El mundo no se acabó y eso habría sido bastante útil. Ahora tengo que replantear lo que haré...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario