Somos parte de un mundo ciertamente. Sin embargo, cada quien conoce una cantidad de personas y el resto no existe. Tenemos intereses y gustos propios que a veces coinciden con otros. Nuestra vida esta regida por pequeños detalles que conforman la identidad.
Siempre les he mencionado que la base de las relaciones sociales es la confianza. Bueno hoy se los menciono otra vez, y no sé si alguna vez se preguntaron que va después, pero se los diré de todos modos:
Cada mentalidad encierra un grupo de ideas. Las ideas a pesar de ser infinitas son capaces de coincidir entre las personas. Esto conforma un gran interés de una persona a otra. Y así comienzan una variedad de debates existenciales o ideales…
Una vez que hemos aclarado este pequeño concepto, pasamos a las aplicaciones, como el ying yang nos lo indica en la mayoría de los casos hay una posibilidad positiva, que en este caso sería que los mundos encajan a la perfección donde posiblemente la amistad toma altos grados de intimidad. Sin embargo siempre tendrá limitaciones: Mientras haya grandes, secretas y únicas historias no siempre se podrá congeniar con las mismas personas. Quizás hasta haya amigos en común pero amigos de tus amigos que simplemente a ti no te caigan.
Por otro lado la posibilidad negativa: Cuando los mundos no quedan para nada son esas amistades que tienes por educación o respeto pero que en realidad no valoras y que dejarías perder en cualquier momento… Lo malo de esto es que el mundo que vamos creando es mutable, influenciado temporalmente por las personas con las que convivimos, esto hace que veamos diferente a la gente cuando las dejamos de ver y dejamos de convivir con “su gente”. Llega el momento en que su mundo cambia tanto que ya no nos agrada su forma de ser, sus intereses y su manera de expresarse….
Si, es verdad que nunca vamos a encontrar dos mundos que encajen perfectamente. Pero con el paso del tiempo, notamos la parte aceptable, la deseada, la correcta, la rechazada y la mutable… Sabemos lo que queremos, lo que podemos y lo que haremos… Las personas lo saben, lo aceptan o no.
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